+diversidad sexual y educación

 

preguntes

jaumeplensa-venice2015-09-m

Jaume Plensa. 2015. FUENTE: http://jaumeplensa.com/venice2015/

Vivir es vivir una vida políticamente, en relación con el poder, en relación con los otros, en el acto de asumir la responsabilidad del futuro; sin embargo, no es conocer de antemano la dirección que tomará, ya que el futuro, especialmente el futuro con y por los demás, requiere una cierta capacidad de apertura y de desconocimiento; implica ser parte de un proceso, cuyo resultado nadie puede predecir con seguridad.

Judith Butler, 2006

 

La construcción de la identidad como desafío pedagógico

Las construcciones de género emergen dentro de un contexto cambiante y líquido donde nuestras formas de vidas “están relacionadas con la reconstrucción, en la construcción de la realidad, en la transformación y en la responsabilidad con el mundo” (Bauman, 2005; 51 ). La sociedad marca unos patrones de normalidad donde el niño debe jugar con coches y las niñas con muñecas. Estas divisiones se van manifestando y reforzando tanto en el entorno familiar como escolar. Qué genera estas creencias? En todas las sociedades puede suceder que algunas personas tengan aspectos que no corresponden al binarismo que establece su entorno, incluso puede llegar a no corresponder a ninguna de las opciones “oficiales”. Poco a poco, esto proporcionando al niño limitaciones y desaprobaciones sociales debido a las rupturas de normas sociales, ya que ciertas acciones estarán condicionadas a base de ajustarse a heterocentrismo fijado. Por consiguiente, hay que ser consciente de que los procesos de formación de nuestra identidad de género en la infancia es ardua por razón de la auto-definición.

 

mriea

Míriam Cameros. FUENTE: www.myriamcameros.net

El hecho de nacer en una sociedad occidental genera consecuencias tanto en el ámbito personal como social. Incluso, antes de nacer, ya se tienen unas ideas que condicionarán el niño o la niña debido a las expectativas que las familias generen como: “deberá ser el mejor jugador del mundo” o “deberá ser una modelo”. Teniendo en consideración que antes de nacer ya se están generando expectativas, esto proporcionará unos roles que el niño debe continuar si quiere encajar en la categorización social. Cualquier manifestación de gay, lesbiana, bisexualidad, intersexualidad o transexualidad quedará condicionada a que no cumple los parámetros de género.

En caso que su entorno no entienda que ser gay o lesbiana es una riqueza y no un problema social, se engendra unos obstáculos difíciles de sortear. Por otra parte, cuando se ensanchan las barreras con lo que respecto a la diversidad sexual, puede dar lugar a la homofobia. Según el Observatorio contra la Homofobia de Cataluña (OHC), los casos de homofobia en nuestro país, lamentablemente, continúan creciendo. Los ataques por género están presentes en una sociedad donde, como dice Brigitte Baptiste[1], la diversidad es la forma en la que la vida se expresa para responder a un ambiente determinado, es la exploración de las posibilidades de existir. Esto nos lleva a reflexionar sobre cuál es el posicionamiento de los diferentes sectores sociales ante la diferencia y la aceptación de las identidades de género.

En muchos casos, este posicionamiento lleva a la discriminación según características, intereses o actitudes y a dar unos privilegios a algunas personas, reprimiendo la libertad de otras. La discriminación se genera dado que hay un pensamiento negativo cuando un niño o una niña rompe con el binarismo entre hombre y mujer. Es un buen ejemplo el hecho de que la primera pregunta que hacemos cuando nace un bebé es referente a su sexo. Como dice Kate Bornstein, “¿Es niño o niña? No lo sabemos, todavía no nos lo ha dicho” (Bornstein, 1994). Así pues, en el momento que el médico dictamine si tiene vulva o pene, tras él tendrá una realidad que puede llegar a no corresponder a su identidad.

 

isa

¿Es niño o es niña? Ispirado en el trabajo de Kate Bornstein (1994), por Isa Vázquez. FUENTE: http://semiramisenbabilonia.com/transexualidades-abriendo-vias/

Y lo que es más grave aún es que muchas personas consideran la homosexualidad como un trastorno psicológico del desarrollo de la identidad sexual, caracterizado por el conjunto de comportamientos y prácticas basadas en la atracción erótica hacia el individuo del mismo sexo. Sin embargo, para otras personas, es una forma de vida. Ahora bien, hace falta cuestionarnos si cuando decimos que valoramos la diversidad “nos referimos al hecho que creamos lugares donde las personas de diferentes géneros, raza, clase e identidad sexual pueden ajustarse y llevar consigo los atributos sociales y culturales que los defienden como diferentes, inusuales, transgresivos? O queremos decir que nos gusta la idea de la diversidad, pero, en la práctica, tendemos a eso, silenciar, des-sexualizar, enderezar o ignorar las diferencias culturales? “(Talburt, 2005; 145).

 

descarga

Bansky – Gay Bobbies (2004) FUENTE: http://www.inspiredcitizen.com/art-that-speaks-the-language-of-love-gay-bobbies-by-bansky/

 

Esta reflexión nos lleva a darnos cuenta de que no siempre se respeta lo que los derechos y las leyes estipulan, el mismo currículo escolar dice que hay que “reconocer y sentir la diversidad social, cultural, de género y de orientación afectiva como un hecho enriquecedor de la convivencia, sabiendo explicar las mismas costumbres y mostrando respeto por las costumbres y modos de vida de culturas” (Generalitat de Catalunya, 2009; 95).

Por otra parte, entendemos que la diversidad sexual va más allá de las orientaciones sexuales, dado que es muy importante situar los aprendizajes sobre esta diversidad dentro de un contexto. Hacer emerger la diversidad sexual en el día a día de las escuelas es cuestionar los modelos estáticos que ofrece el sistema. Porque si el maestro o la maestra obedece los modelos estereotipados y sexistas ante un aula, estará generando un modelo de omisión y de no normalidad.

 

IMG_167260423582559

Morgan Boecher. Orígenes de la transexualidad. FUENTE: http://sillytranswoman.blogspot.com.es/2014/01/where-does-transsexual-ity-come-from.html

Como un niño o una niña puede ir construyendo la identidad si no es 100% aceptado por su entorno? Como lo puede hacer si no tiene otros modelos con los que se pueda identificar? Cómo hacerlo si tiene miedo del rechazo que ve en los medios de comunicación o en su día a día? Como expresará sus sentimientos y emociones cuando toda la vida ha sentido que ser homosexual, bisexual o cualquier otra forma de entender la sexualidad es mala? Qué discriminación social está generando su entorno?

La discriminación social recae en las creencias que se van tejiendo a partir de prejuicios, actitudes y valores que la sociedad normaliza. Tal como explica RL Platero, (2014) “el acoso también está motivado por razones como la apariencia, el grupo étnico, la diversidad funcional, el acento, la migración, etc., de manera que niñas, niños y jóvenes transexuales y / o, si rompen las normas de género pueden estar siendo discriminados por el cúmulo de circunstancias y experiencias que encarnan” (p. 211). Es así como en la escuela se tiende a reproducir los valores y creencias sociales en relación con el género, la diversidad sexual, la cultura o las clases sociales. Y, ciertamente, toda estandarización conlleva un rechazo de la diferencia y, como consecuencia, la marginación social de las personas diferentes.

Todo esto tiene unas consecuencias educativas porque tal como nos dice Susan Talburt “lo que decimos y lo que callamos, lo que se expresa y lo que se silencia dan lugar a un conocimiento de tremendas implicaciones para nuestro alumnado. Los profesores hombres gays pueden transgredir en las construcciones heteronormativos y paradigmas patriarcales” (Talburt, 2005; 54).

estadocuestion-still-resistep3-web

Helen Cabello i Ana Carceller. El Estado de la Cuestión _un ensayo performativo, 2015. Instalación site-specific en el Pabellón español de la 56 Bienal de Venecia FUENTE: http://cabellocarceller.info/cast/index.php?/proyectos/el-estado-de-la-cuestion/

 

La educación debe ir hacia la sensibilización y la aceptación de cualquier forma de vida, sean cuales sean sus características. Si el aula no es un lugar de sensibilización de los niños y de las niñas, un puesto de trabajo del respeto, de la tolerancia -de la aceptación de las personas sin importar ni el género, la raza o la ètnia- la sociedad no logrará avanzar. La LOE nos dice que tenemos que trabajar en contra del “rechazo de los estereotipos y prejuicios, así como de las situaciones de injusticia y discriminación, por razones de género, orientación afectivo, origen y creencias, desarrollando sentimientos de empatía y respeto a los demás” (Gobierno de Cataluña, 2009; 91). Pero qué prácticas educativas estamos llevando a cabo? Sabemos ver más allá de la dicotomía entre una persona heterosexual y homosexual? ¿Qué responsabilidad tienen los educadores?

Según Peter McLaren, 1997), lo que hace falta es construir una pedagogía de la diferencia:

“(…) los educadores tienen la responsabilidad de construir una pedagogía de la” diferencia “que no demonice al “otro“, sino que intente situar la diferencia tanto en su especificidad como en su capacidad de proporcionar elementos para establecer críticamente relaciones sociales y prácticas culturales” (McLaren, 1997; 36).

Así pues, es importante (de) construir los contenidos culturales establecidos en la sociedad para romper con el arquetipo dominante masculino que afectan en el día a día del niño y, por tanto, repensar el papel de la escuela en la construcción del género y el sexo de los niños y de las niñas dentro del sistema educativo. De acuerdo con Marina Subirats, (1999), hay que hacerlo con el fin de “descubrir que el sistema educativo es mucho más que un expendedor de títulos, es un espacio de socialización diferenciada, en el que hay reglas sumamente estrictas, aunque que invisibles, que modelan con gran precisión las personalidades e individualidades, que construyen el éxito y el fracaso, que separan a los que están destinados a plegarse a ellas” (Subirats, 1999; 21-22).

Aunque sabemos que es importante considerar una escuela que apueste por la coeducación y por la inclusión de cualquier identidad, la diversidad sexual incomoda al profesorado y hay una tendencia a la pasividad de los estudiantes ante los debates en las clases donde emergen los temas de género y diversidad sexual. Así pues, como recuerda Herraiz en su relato autoetnogràfic, “cuando algunos conocimientos se hacían explícitos en clase era únicamente a través de los relacionados con los descubrimientos de la sexualidad durante la adolescencia. Entre risas ingenuas y la ansiedad por aprender ocultando nuestras limitaciones, muchos exploramos cuestiones que hasta entonces no se solían trabajar en la escuela”. (Herraiz, 2008; 55)

nknç
Ella es un chico y no sabía.  Sandra Marcos Bonet. FUENTE: http://lostamongthecrowd.wordpress.com/

 

La escuela es, en muchos casos, como una segunda familia para los chicos y las chicas y puede llegar a jugar un papel muy importante en la construcción de la identidad. Como se aborda esta construcción dentro de la educación formal, informal y no formal? ¿Qué consideraciones se plantean desde el ámbito de la pedagogía, de la didáctica y de la sociología?

Pues bien, como antes hemos mencionado “la escuela nunca deja de educar, educa cuando dice que no dice” (Fonseca, en Louro, 2001). Por lo tanto, todo lo que expresa y lo que omite forma parte de un discurso, de una práctica y de una experiencia educativa, todo lo que conforma el aula, incluso el silencio, es también discurso. Como el sistema educativo puede llegar a generar tanto silencio ante la construcción de identidades que rompen con los estereotipos marcados por un discurso hegemónico? Un / a maestro / a debe entender que hay maneras de ser un chico o una chica y lo ha de entender dado que es una realidad que coexiste con nosotros. Obedecer los estereotipos sexistas le llevará a la no alteridad y la no inclusión de todo el alumnado. De la misma forma, con el hecho de silenciar también está creando un discurso sexista y les está diciendo que se oculten dentro del contexto homófobo. Muchas veces silenciar lleva a procesos de falta de autoestima y comportamientos autodestructivos. Por este motivo, es de elevada importancia generar dinámicas de grupo donde los contenidos informativos y conceptuales emerjan en diferentes actividades para generar cambios actitudinales.

Hay muchas cosas que se pueden hacer en el aula con el fin de paliar este olvido de la diferencia sexual, como por ejemplo establecer dinámicas donde aparezcan imágenes y narraciones de la sexualidad, donde se pueda analizar y reflexionar sobre las vivencias y construcciones de la identidad sexual. Si estamos en cursos más pequeños, los cuentos o narraciones literarias son una buena manera de abordar las realidades que coexisten en la sociedad. Por lo tanto, trabajar la construcción de la identidad implica abordar las creencias culturales y valores del grupo-clase y tener muy presente la influencia del sistema sexo-género en la vida de los niños y de los adolescentes. Sin embargo, se debe prestar atención a las voces de nuestros niños para llegar a conocer sus necesidades y entender sus comportamientos. El respeto a la alteridad va más allá de escuchar, debemos saber cuestionar las dinámicas de inclusión y de exclusión emergentes en el día a día, con el objetivo de reconocer activamente las diversas maneras de entender la identidad de cada persona.

Hay que ir hacia la consideración de la diversidad de todo tipo género, étnica-racial, de clase social, discapacidad física y, por tanto, a romper los “discursos sobre la homosexualidad, que incluso han sido interiorizados por los mismos homosexuales, “ya que son” fruto de la paranoia por la que un modelo dominante de sexualidad, la heterosexualidad familiar reproductora, expresa su angustia frente a las formas siempre renacientes los modos sexuales eliminados” (Hocquenghem, 2009; 28) . Ver imágenes, leer textos, nombrar las formas que adopta el hecho sexual humano y dialogar y, incluso debatir diferentes maneras de pensar al respecto, es una buena manera de paliar la angustia y de llevar a cabo pedagogías regenerativas dirigidas a la transformación social. Un deseo, una esperanza y una posibilidad.

 

 kdsgvsd

 Dos chicos pescadores de Falmouth. Henry Scott Tuke. 1858-1929. FUENTE: http://www.jwartsale.com/henry-scott-tuke-c-1_3549.html?page=1&sort=20a

 

 

‹género y educación

 

Bauman, Zygmunt (2005). Identidad. Buenos Aires: Losada.
Butler, Judith (2006). Deshacer el género. Barcelona: Paidós.
Departament d’Educació, Generalitat de Catalunya (2009). Currículum de primària. Primera edició. Barcelona: Serveis d’Ordenació Curricular.
Herraiz, Fernando (2008). Una reflexión sobre la masculinidad en la escuela. Una experiencia de aprendizaje de género y sexo. Aula. De innovación educativa, 177. Desembre, 2008. Barcelona: Graó.
Hocquenghem, Guy (2009). El deseo homosexual con terror anal de Beatriz Preciado. Barcelona: Melusina, S, L
Fonseca, Carlos (2007). Sexualidades, poder e educaçao. Educaçao, Sociadade & cultures. Porto, 25, 135-168.
Mc Laren, Peter (1997). Pedagogía crítica y cultura depredadora: políticas de oposición en la era posmoderna. Barcelona: Paidós.
Platero, Raquel (Lucas) (2014). Trans*exualidades. Acompañamiento, factores de salud y recursos educativos. Barcelona: Edicions Bellaterra. Sèrie General Universitària.
Subirats, Marina. (1999). Género y escuela. A: C. Lomas (Comp.) ¿Iguales o diferentes? Género, diferencia sexual, lenguaje y educación (pp. 19-32). Barcelona: Paidós Educador.
Talburt, Susan;  Shirley R. Steinberg (eds)(2005). Pensando Queer: Sexualidad, cultura y educación. Barcelona: Graó
[1] Brigitte Luis Guillermo Bapstiste és una bióloga trans colombiana experta en temes ambientals i biodiversitat a Colòmbia.