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Drons, Metròpolis 2014

                          Drones, Metrópolis, 2014. FUENTE: http://www.rtve.es/television/20141217/drones-llega-grito-traves-del-cielo/1069882.shtml

Todos somos espectadores y espectadoras involuntarios, ya sea por decisión propia o por azar, afirman Corea y Lewkowicz (2004). Hay televisores en las salas de espera, en las cafeterías, en los comercios; continuamente estamos en relación con el móvil, con una tableta, con un ordenador; por lo tanto, según estos autores:

Más allá de la posición que adoptemos frente a eso —más allá de que nos parezca que hay que pensar cómo afecta eso a la subjetividad o que nos parezca que no es necesario pensarlo—, eso es algo que nos pasa: somos habituales espectadores de pantallas. (2004: 13)

Instal•lació. 2015. Menció d’atenció a la diversitat. FEPTS. UdL.

                                                                         Instal·lación, 2015, Mención de Atención a la Diversitat de la FEPTS de la UdL

De acuerdo con Corea y Lewkowicz (2004), la experiencia de estar frente a una pantalla hoy nos constituye, y esto conlleva cambios. Tal como Remedios Zafra (2015) observa, pocas personas nos continuamos mirando directamente a la cara; casi siempre interviene una pantalla. La pantalla suaviza la realidad visualizada, y deja atrás, como recuerdo pasado, la certeza de la realidad de las cosas que arrastran la vulnerabilidad del mundo material, recuerdo de cuando delante de los demás llevábamos puesto el cuerpo, el olor, el tacto: “Ahora aquí casi todo es imagen sin carne” (2015: 1).

Tony Oursler 1996

Tony Oursler, 1996. FUENTE: http://www.theglobalartproject.no/projects/a-dolls-house

La televisión y el cine ya no tienen la exclusividad de las pantallas ni de la fabricación de imágenes y discursos; actualmente estos medios coexisten con nuevos dispositivos que nos posibilitan ser espectadores o espectadoras y emisores o emisoras al mismo tiempo, y permiten una movilidad espacial y temporal a grandes velocidades. “La vida moderna se desarrolla en la pantalla”, escribió Nicholas Mirzoeff (1999/2003: 17). De acuerdo con este autor, vivimos en la era de las pantallas, de las imágenes vía satélite, de las cámaras de vigilancia, de Internet y de las aplicaciones de la realidad virtual; podemos acceder al interior del cuerpo con los rayos X y en el interior de los hogares con las cámaras web; mientras tanto, los sexos y las sexualidades se expanden en el espacio del simulacro. La visualidad define el poder omnipresente de la tecnocultura, escribe Mirzoeff. Plenamente inmersos en esta realidad, todavía hoy reflexionamos en torno a sus efectos.

Guy Debord (1967/2007), en La sociedad del espectáculo, criticaba la utilización de imágenes como epicentro de toda actividad económica y de toda relación social llevada a cabo en nuestra sociedad tecnológica. Según este autor, todo lo que antes era directamente vivido se aleja hoy de la realidad y se sitúa en una avalancha de virtualidad y de representaciones. El mundo sensible ha sido reemplazado por una selección de imágenes, dice. El espectáculo es la principal producción de la sociedad actual, somete a las personas a la economía y, señala el momento en el que la mercancía ha llegado a invadir toda la vida social. La relación con la mercancía no sólo es visible, sino que es la única que lo es.

Barbara Kruger. Your Comfort is My Silence – 1981

Barbara Kruger, Your Comfort is My Silence, 1981. FUENTE: http://www.arthistoryarchive.com/arthistory/feminist/Barbara-Kruger.html

Además, escribe Debord, hay un desplazamiento generalizado del ser al dominio de las apariencias. Él lo veía como una pesadilla de la sociedad actual, anclada en un deseo de dormitar, en el que el espectáculo es el guardián de este sueño. Tal como lo explica Debord, “el espectáculo es la ideología por excelencia porque expone y manifiesta en su plenitud la esencia de todo sistema ideológico: el empobrecimiento, la sumisión y la negación de la vida real” (1967 / 2007: 215). Estas tesis situacionistas de Guy Debord, cercanas a un pensamiento marxista y los acontecimientos de mayo del 68, ayudaron a significar la avalancha mediática que empezaba a vislumbrarse.

Yue Minjun, 1994

Yue Minjun, 1994. FUENTE:http://www.forojovenes.com/miembros/recomienda-un-avatar-a-los-foreros-25257-118.html

Años después Susan Sontag (2004) lo verá de una manera muy diferente: ella piensa que la afirmación de una realidad convertida en espectáculo es tan provinciano que absorta, porque universaliza los hábitos visuales de una reducida población instruida que vive en una de las regiones opulentas del mundo -donde las noticias han sido transformadas en entretenimiento.

Ciertamente es así, pero esto no impide que, en cuanto a Occidente, continuamos viviendo en una sociedad virtual y consumista de proyecciones y de imaginarios. John Berger ya nos advirtió que cuando el espectáculo crea un presente eterno de expectación inmediata, la memoria deja de ser necesaria o deseable:

Con la pérdida de la memoria perdemos asimismo las continuidades del significado y de la cordura. La cámara nos libra del peso de la memoria, nos vigila como lo hace Dios, y vigila por nosotros. Sin embargo, no ha habido ningún Dios más cínico, ya que la cámara recoge los acontecimientos para olvidarlos. (1980/2001: 60)

Cristina Corea (Corea y Lewkowicz 2004: cap. 13), a partir de su experiencia como docente, nos explica que en la escuela la televisión es un medio muy devaluado. La autora señala dos mitos que pueden afectar esta consideración: por un lado, el mito que dice que la televisión debe servir para educar, que debe elevar el nivel cultural de la gente, que debe ser una herramienta edificante; por otro lado, el mito que la televisión manipula, hipnotiza, genera adicción y terribles comportamientos imitativos y violentos. La autora afirma que, ante esta forma de pensar de los y las docentes, hay una creencia de que cosifica los niños y las niñas. Afirma que los niños y niñas son sujetos muy activos; suponer que son pasivos, que son objetos de múltiples vejaciones o víctimas, nos aleja de entender el verdadero desamparo que sufren: el desamparo de un pensamiento que realmente les ayude a pensar y a pensarse. No están desamparados por irresponsables, por ineptos o por inmaduros, dice Cristina Corea, sino porque las maneras como ellas y ellos se piensan, como niños, niñas y jóvenes de la actual sociedad tecnológica, escapan a las modalidades más o menos establecidas del pensamiento escolar . Como ejemplo, podemos fijarnos en esta fotografía:

 

culturainquieta

FUENTE:http://culturainquieta.com/es/inspiring/item/5299-2014-12-08-12-17-12.html

Una primera impresión que podemos tener mirándola es que los y las jóvenes prefieren interactuar con los móviles que aprender historia a partir del cuadro de Rembrandt (La ronda de noche, 1642). Pero no tiene que ser necesariamente así; quizás buscan en Internet información del cuadro o…, quizá sí que buscan un cobijo a las explicaciones aburridas del o la guía del museo. Actualmente, las cámaras nos vigilan y las pantallas nos proponen múltiples identificaciones. El tema del cuadro también hace referencia a la vigilancia: la milicia se prepara para recorrer la ciudad de Amsterdam en su misión de vigilantes del orden. Conocer la historia de este cuadro nos lleva a establecer curiosos puntos de confluencia con nuestra realidad. Sólo mencionaremos uno muy actual: la vigilancia. La facilidad de acceso a las vidas ajenas y de grabación -rediseñado, si hace falta- de las propias conlleva el peligro del control. Es un mecanismo de doble cara, y así lo explica Jesús Rojas:

Con la ayuda de sistemas altamente sofisticados, la mirada penetra cada vez más en nuestras prácticas sociales. Y las registra y almacena para que se puedan utilizar más adelante. La sutileza del mecanismo es tal que contribuimos mediante el uso que hacemos de esta misma tecnología; entonces registramos, fotografiamos y grabamos continuamente. En este sentido, para el Estado, el concepto de videovigilancia constituye un aparato de control que le permite dar cuenta de las maneras de hacer que tiene su población. (2007: 31)

Cos i ensenyament. 1r de Primària. FEPTS. UdL. Curs 2010-2011

Cuerpo y  enseñanza, 1r de Primaria, FEPTS de la UdL, curso 2010–2011

 

Paradójicamente, este control nos ofrece seguridad e incluso confianza, pero el mecanismo tiene un funcionamiento paradójico: cuanta más seguridad nos ofrecen, más inseguros e inseguras nos sentimos y más dispositivos necesitamos. Fue Deleuze (1999) quien se dio cuenta de que estábamos mudando de una sociedad disciplinaria (Foucault 2008) a una sociedad de control, donde se pasa de los moldes de antes (familia, escuela, fábrica, prisión…) a los controles y a las evaluaciones constantes de hoy en día, los cuales constituyen una modulación, como una especie de modelado corporal que cambia constantemente nuestro paisaje. Debido al zarandeo costante de los cambios y del imperativo del modelado, la subjetivación se nos hace ahora mucho más difícil. Quizá por eso necesitamos pantallas llenas de personajes con los que podernos identificar constantemente y de imaginarios escapistas. Ante este desconcierto existencial, las representaciones del pasado nos podrían continuar siendo muy útiles, tal vez no como modelos de identificación, pero sí como referentes identitarios. Además, considerar éste cuadro como pantalla nos aporta un tiempo de pensamiento y de sosiego, cuanto menos reconfortante: el de una pantalla en la que nosotros no hemos sido ni registrados ni controlados.

 

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Berger, John (1980/2001). Mirar. Barcelona: Gustavo Gili.
Corea, Cristina, i Lewkowicz, Ignacio (2004). Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas. Buenos Aires: Paidós.
Debord, Guy (1967/2007). La sociedad del espectáculo. València: Pre-Textos. Disponible en línia: http://www.observacionesfilosoficas.net/download/sociedadDebord.pdf.
Deleuze, Gilles. (1999). Post-scriptum sobre las sociedades de control. A: Deleuze, G. (coord.) Conversaciones 1972–1990. València: Pre-Textos.
Foucault, Michael. (2008). Vigilar y castigar. Madrid: Siglo xxi.
Mcluhan, Marshall, i Powers, Bruce E. (1993). La aldea global. Barcelona Gedisa SA. Disponible en línia: https://socialesenpdf.files.wordpress.com/2013/08/119607008-63458687-global-marshall-mcluhan.pdf.
Mirzoeff, Nicholas (1999/2003). Una introducción a la cultura visual. Barcelona: Paidós. Disponible en línia: http://es.slideshare.net/emersonbalderas/mirzoeff-nicolas-una-introduccion-a-la-cultura-visual-paidos-barcelona-2003.
Rojas, Jesús (2007). Mecanismes de videovigilància en la societat de la informació. Uocpapers. Universitat Oberta de Catalunya. Disponible en línia: http://www.uoc.edu/uocpapers/5/dt/cat/rojas.pdf.
Sontag, Susan (2004). Ante el dolor de los demás. Madrid: Suma de Letras. Disponible en línia: http://blog.fotoespacio.cl/wp-content/uploads/2013/08/Sontag_Ante_el_dolor_de_los_demas.pdf.
Zafra, Remedios (2015). La censura del exceso. Apuntes sobre Imágenes y Sujeto en la Cultura-Red. Paradigma, 18. Universitat de Màlaga. Disponible en línia: http://www.remedioszafra.net/Art_RZafra-Paradigma.pdf.