mi infancia mediada

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Blanca (3º PRIMARIA)

Es la primera vez que se me pide hacer una reflexión de como los medios de comunicación influyeron a mi infancia, puesto que nunca se me había hecho recordar esta etapa desde la perspectiva mediática.
Desde mi experiencia, el medio que recuerdo que más usaba era la televisión. Me gustaba mucho mirar dibujos animados, en concreto: Doraemon, Chin Chan y Una mano de cuentos. Eran los dibujos que miraba siempre, especialmente a la hora de almuerzo y a la hora de merienda. Hago énfasis al Dorameon, puesto que siempre deseaba tener un bolsillo con tantas ideas y objetos como él tenía.

Sin ser consciente, la publicidad también participaba, puesto que recuerdo que un año quise celebrar mi cumpleaños al Burger King porque anunciaban que si cogías el menú infantil te tocaría cierto juguete. Cuando más incidencia tenía era a la época de Navidad, especialmente los carteles de la calle, puesto que había muchos anuncios de juguetes que llamaban la atención de tal manera que acababan siendo posados a la lista de regalos. La decepción era después al ver que realmente no hacían tantas cosas como el anuncio.
También tenían gran pes los anuncios de “gormanderies”, especialmente las que llevaban chocolate (Kinder Bueno, Nesquik). Recuerdo que el Actimel lo descubrí gracias a un anuncio en que salía un niño que debería de tener mi edad, bebiéndose uno y teniendo mucha energía de golpe.

Otros anuncios significativos eran los de viajes, puesto que enseñaban lugares idílicos para ir a pasar las vacaciones. Uno de ellos fue el de Eurodisney, donde al anuncio aparecían muchos personajes de Disney, que reconocía gracias a las películas, y los quería ir a conocer tan si como no. Al final se acabó cumpliendo este sueño, siente mi regalo de comunión.
La radio únicamente lo escuchaba cuando iba al coche, pero era como un medio que me hacía dormir, la encontraba aburrida.
En cuanto a los vídeojocs, tenía un juego por el ordenador de la Barbie, donde tenía que cuidar y entrenar a un caballo para ir a competiciones. El juego disponía de un chat donde podía hablar con otra gente que jugara sobre cuestiones o dudas y consejos que podía tener. También jugaba mucho al edu365, sobre todo un juego en que se tenía que alimentar un gato y tener cura.

La Nintendo también fue un juego que usé mucho, especialmente lo Mario Bross y lo Mario Kart, puesto que había una opción en qué podías conectarte con alguna otra persona y jugar a la vez.
Finalmente, los medios de televisión influyeron en mi infancia, a pesar de que desconociendo los estereotipos y trasfondos de algunos dibujos, como la manera en que trataban al gigante de Doraemon, por ejemplo.

 

Max (2º CAFE)

Uno de los primeros recuerdos que tengo cuando niño son las sesiones a la Play1 que pasaba con mi padre. Recuerdo volvernos los controles cuando a algunos de los dos nos mataban o, simplemente, cuando a alguien de los dos nos gustaba el nivel que vendía a continuación. Jugábamos a “Spyro” y “CrashBandicoot”, donde un dragón y un marsupial tienen que superar obstáculos, acabar con los enemigos y correr para salvar el mundo. Posiblemente, estos momentos hayan contribuido a que la relación con mi padre sea tanto positiva, considerándolo prácticamente, además de mi padre, un amigo.

Mirar películas de dibujos animados era otra de las actividades que más disfrutaba. Era capaz de mirar la misma película tres veces seguidas. “Hércules”, “Tarzan” y sobre todo “Toy Story”marcaron mi infancia y, probablemente, han provocado que hoy en día me gustan tanto las películas de dibujos. Así como compartía las partidas a la Play con mi padre, mi prima fue la mejor compañera ante la televisión. Siempre que estaba con ella, imitábamos a los personajes y recreábamos las escenas. Por este motivo y otros muchos, la relación con la mío prima es tan agradable.
Unos años más tarde, empecé a ver el fútbol por la televisión. La colaboración de mi vecino fue esencial para que me aficionara al Barça. Cogía la pelota, salía a la calle e intentaba imitar las jugadas que veía por la pantalla. Ver a Ronaldinho por la televisión me animó a, pocos tiempos después, apuntarme en la escuela de fútbol de mi pueblo y pasar los 9 años siguientes jugando a este deporte.

Posiblemente estos hayan sido los momentos que más me han afectado, ya no solo en mi infancia, sino también en mi vida mediada.

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Eduard Cases (3º PRIMARIA)

Recuerdo de muy pequeño que a las horas del patio se jugaba a recrear aquellos dibujos animados que más nos gustaban como puede ser: Slum dunk el gran remate, detective Conan, Arale, Ranma, Doraemon… Todos estos formaron parte de mi infancia en diferentes épocas, pero de cada una de estas series guardo un recuerdo especial.

Recuerdo que todos mis amigos miraban los dibujos cuando volvían de la escuela, pero yo tenía una hora de coche hasta mi escuela y, esto no me permitía ver tanto los dibujos, puesto que, después de bajar del coche iba directo a actividades extraescolares como el fútbol. A medida que pasaban los años, los dibujos iban cambiando por espectáculos deportivos como Smack Down (en el patio hacíamos de luchadores e imitábamos a los personajes que salían).

En cuanto a fenómenos sociales o televisivos, creo que el que más me medió fue la influencia del fútbol sobre mi infancia. Al 2003 empecé a jugar a fútbol federado y, desde semillas las horas muertas con los compañeros se jugaba a fútbol o se hablaba del gol que había hecho Ronaldinho o, de sus botas…

Aparte de las series y los deportes, también jugábamos a cualquier cosa y hacíamos colecciones. Recuerdo que era de los pocos que no me gustaban demasiado estas colecciones, quizás era porque nunca tenía masas y esto me hacía quedarme descolgado en algún juego. Por ejemplo todo el mundo tenía el álbum de la liga, “tazos” de pokémon… pero en mi caso solo tenía cuatro de contados, ya bien porque mi madre se los había encontrado o porque algún primo mío me daba. No pude seguir nunca ninguna colección porque desde casa no me compraban ni los álbumes ni los cromos. La mía primera colección que prácticamente acabé fue la del año 2006 donde mis padres me regalaron por el día de mi cumpleaños el álbum de cromosdel Barça y, posiblemente es la vez que he estado más a punto de acabar una colección. Curiosamente, aquel mismo día el F.C. Barcelona ganaba la Champions a París (quizás el mejor regalo que he tenido nunca).

Relacionado con las colecciones recuerdo que cada año había un tópico diferente, según que dictaba la casa Panini o alguna pareciendo se trataba una temática u otra. No sé si ha influido en mi manera de ser, pero creo que raíz de no tener nunca la misma cantidad de cromos, chapas… ha hecho que sea una persona que le guste más jugar a juegos donde lo más importante son las personas, juegos grupales… Muchas veces creo que quería la colección porque el resto de niños la tenían y, no porque realmente la quisiera hacer.

Ligado a las influencias de los compañeros de clase o de fútbol, recuerdo la época de Navidad. En casa llegaba una revista llena de juguetes y hacías la carta a los Reyes a través de ella. Mis padres no me dejaban aprovechar la carta que iba detrás de la revista, puesto que decían que no era bonita que yo la podría hacer mejor. Y siguiendo con la línea de las colecciones, en Navidad y Reyes no llegaban la gran mayoría de los regalos que había pedido.

Mirado con perspectiva, creo que a pesar de que en algunos momentos de mi vida me ha enfadado mucho, pero me he dado cuenta que el más importante de las personas no son los regalos que te puedan hacer, sino el que te pueden aportar.

 

Ann (2º CAFE)

Desde los primeros años de mi infancia que recuerdo, uno de mis principales juegos era una granja con distintos animales.

Poco tiempo después, jugar a los muñecos y muñecas era mi preferencia. Se podría decir que ya comenzamos a separar los juegos de niños y los juegos de niñas, que la mujer (niña) era quien se ocupaba de cuidar los hijos.

Uno de mis muñecos preferidos era mi muñeca de tez negra, con lo que me podrían mis padres inculcar que la etnia no importa. De hecho, no he tenido ningún problema con compañeros de distinto color al mío.
El estereotipo de la Barbie nunca me llamó la atención, jugaba muy poco con ella a pesar de que mis amigas tuviesen más que yo.

En cuanto a las series de televisión, veía dibujos animados, generalmente veía el canal Disney.
Los dispositivos móviles únicamente tuve una Nintendo DS con juegos como los JJOO de invierno, Mario Kart, Brain Training y otros de investigación.

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Roger Camprubí (2n CAFE)

Recuerdo que a primaria todos mis amigos y yo incluido estábamos muy aficionados en todo tipos de series televisivas tales como OnePiece, Dragon Baile entre otros. Al ver estas series todas nuestras prácticas deportivas siempre iban relacionadas con alguna de estas series, imitábamos sus movimientos, nos imaginábamos que íbamos sobre de barcas y hacíamos guerras, nos lo pasábamos muy bien.
Toda mi infancia que pasé en la escuela la pasé acompañada de estas series a pesar de que también me encantaba mirar fútbol por la televisión (nos pasábamos el día jugando a fútbol), jugar a juegos tradicionales de toda la vida, “caniques”,…

Al entrar a la ESO donde yo todavía considero que era un niño seguía mirando algunas series pero lo empecé a acompañar del uso de los teléfonos móviles, ordenadores, me encantaba entrar al Youtube y mirar videos de gracia y cuando me juntaba con los compañeros siempre entrábamos a los “Minijuegos” y escogíamos un juego al azar para ver quién podía llegar más lejos. También jugaba a alguna consola como la PlayStation 1 la Game BoyColor entre otros.

Al entrar a 3.º de la ESO donde ya considero que abandoné mi infancia y entré a la pubertad ya utilizaba cosas más sofisticadas cómo Fotoblocs, el Facebook y otras aplicaciones que algunas de ellas todavía sigo utilizando..